¿Qué papel cumple cada uno de los canales de televisión del Sistema Nacional de Medios? A vuelo de pájaro supongo que a VTV le corresponden las noticias y la fuerza de choque política, Tves intenta ofrecer algo con cierta contorno de entretenimiento, Ávila TV hace la guerrilla comunicacional y Vive TV es la señal de "las luchas sociales".
A esta última estación le dediqué un monitoreo desde la mañana hasta la noche durante el más reciente feriado, el pasado miércoles 12. Expongo algunas impresiones sin orden cronológico.
Una escala elocuente para analizar la programación de un canal como Vive TV es el “Chavómetro”. La cantidad de veces que se escuchan las expresiones “Chávez” o “Comandante Presidente” durante un período de tiempo determinado. En La hora de los mangos (1:00 pm) , 12 menciones en 30 minutos. En el espacio de opinión La palabra vive (9:00 pm), otras 12 menciones contadas en apenas 10 minutos iniciales. En este último programa, el generador de caracteres muestra eslóganes que no necesariamente han salido de la boca de los entrevistados: “El pueblo ha demostrado que cree y quiere vivir en revolución” y "El GPP (Gran Polo Patriótico) debe ser un auténtico sacudón revolucionario".
En La hora de los mangos, un conductor de acento zuliano, Javier Parra, entrevista a habitantes del municipio falconiano Urumaco. Una dama de la tercera edad expresa acerca de la Gran Misión
Imágenes aisladas: cuña con la capucha del Subcomandante Marcos que indica que el sistema capitalista caducó. Eslogan: contra el imperialismo y sus lacayos. Producción de zábila en Anzoátegui con el apoyo de Pdvsa. Cuña que anuncia una marcha de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora. Videoclip: versión mitad rockera, mitad hiphopera de “Abran la puerta” de Alí Primera (incomparable con el original, caracterizado por su sabrosísimo grito de “¡Ueeeepa!”). Cachilapos con todo: micros con marionetas de la tercera edad. Raro intento de hacer humor más costumbrista que político.
En Documental Vive (8:30 pm), que retrata una misión humanitaria venezolana en Haití, una ciudadana de Puerto Príncipe exclama en francés: “El presidente Chávez sabe cuánto amor tenemos por él, siempre está con nosotros y es nuestro segundo (Jean-Bertrand) Aristide”. Dudo que esta última opinión siente bien en Miraflores.
En Alba TV (12:30 pm), se indica que “debemos recordar al Ché Guevara no solo con afiches y franelas”. Se escuchan los latiguillos de lucha de clases y guerra de guerrillas. Un invitado de acento argentino da un discurso en el 23 de Enero con gorra militar y lentes oscuros (es de noche). Un par de veces la cámara recorre un afiche del Ché en el que se observan claramente las siglas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Construyendo patria (8:00 am) es un espacio que forma parte de la Misión Socialista
Noticiero Informativo popular (8:00 pm). El narrador se refiere al 12 de octubre como “funesta hazaña de Colón” e “invasión de europeos que trajeron esclavitud y genocidio” (todo hablado en español). Imágenes de archivo con derribo y arrastre de estatua de Colón. Darle golpes a un conquistador de latón tiene el mismo estatus de proeza que ensañarse con un cadáver. En el mismo empaque de esquizofrenia histórica, desfilan diapositivas de los presidentes venezolanos de 1959 hasta 1999: “Fueron muchos los gobernantes que dejaron miseria, hambre y pobreza. Su única meta era engañar al pueblo”.
Cierto: mucho hubo de genocidio y expoliación en la conquista de América. Pero cada vez que escucho este discursito de cada 12 de octubre, se me viene a la mente una placa conmemorativa mucho más realista que está en la Plaza de Tlatelolco de México DF:
El 13 de agosto de 1521
Heroicamente defendido por Cuauhtemoc
Cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés
No fue triunfo ni derrota
Fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo
que es el México de hoy
El bloque de comiquitas de las 9:00 am es conmovedor y una de las pocas cosas que vale la pena sentarse a ver. En dos horas se mete en una licuadora cualquier cosa que vaya a contracorriente de Walt Disney, Hanna Barbera o Nickelodeon: aparece un Gualberto Ibarreto animado, enlatados importados de Cocoricó, Cataplún y Los Peques, un burrito cumpleañero, un documental para niños sobre los artrópodos, productos venezolanos del último lustro muy dignos a pesar de su factura muy rudimentaria y descoordinación labios-voces (La máquina de Chuito y Cómo me llamo yo) y cortos cinematográficos de los remotos 90 desempolvados de olvido como La equilibrista y el deseo de Viveca Baiz.
Programa de cocina Sabor a pueblo (11:30 am). Receta de un plato llamado Chantainda de Chivo desde un lugar identificado como Calle 5 Raya 47 de la urbanización Emilio Montesinos de un lugar de Venezuela que no logro determinar. No tiene calidad audiovisual suficiente para ser transmitido. Tampoco una cuña de Vive TV Oriente que intenta enseñar, a través de un mal chiste, la importancia de cuidar las playas.
Sin duda las cámaras de Vive TV llegan a rincones de Venezuela donde nadie más llega. El problema es que en el camino alguien se olvidó de que había que hacer televisión mínimamente atractiva o competitiva. De que además de indignarse contra el imperio, hay que producir.
Corte vespertino para transmitir la devolución de tierras privadas a los indios yucpas. El vicepresidente Jaua promete: "Todo lo que haya que pagar, el Estado lo pagará". ¿En serio? Se habla de la Misión Socialista Indo-Venezolana. El socialismo es la continuación del todos felices precolombino.
7:00 de la mañana: programas de radio que se transmiten en televisión. A voz alzada y Háblame cloro. Parece que es un dos en uno. Arremeten contra un diario que criticó la actuación del gobierno venezolano en Ginebra: "Esto no es un periódico sino un panfleto de un partido político".
Un programa cultural a las 7:00 pm: Encontrarte. A los 10 minutos es cortado para transmitir la inauguración nocturna del barco Leander en el antiguo Parque del Este (hasta esas programaciones especiales deberían tener una planificación). Un guía que muestra el mismo entusiasmo de un instructor de bailoterapia conduce a los ministros dentro de la embarcación: "¡WOW! Llegamos en un buen momento, ¿no les parece? ¡OK, acérquense donde estoy yo!" . Se gana bien el sueldo.
El narrador de la transmisión indica que "300 años después (del genocidio de Colón) llega el generalísimo Miranda para iniciar la era de la libertad americana que hoy se materializa con el presidente Chávez". Se deja testimonio de que los franceses no ayudaron a Miranda, a pesar de que Miranda sí ayudó a los franceses en su revolución. Se sustituye una petrificación de la historia por otra: Miranda empelucado otea la costa a través de su catalejo y lee una proclama. Me pregunto si es posible cualquier aproximación a la historia en un acto de masas que no implique una falsificación. El ministro Hitcher sentencia: "El 12 de octubre fue el primer día de la invasión. Pero después entonces vino Miranda con su Leander".
Ya casi al final del acto, Jaua dice algo más o menos sensato: "Ser americano es ser europeo. No desconocemos el proceso cultural que se produjo como producto de una imposición, eso es parte de ser americano. Lo que no podemos es rendir culto a los símbolos de los invasores". Se acabó la Niña, la Pinta y la Santa María.
