Es notorio que los medios impresos, como el que usted acaricia en sus manos, atraviesan un período de crisis y transición, de consecuencias todavía desconocidas, que se precipitó con la masificación de Internet. Creo que esta revisión interna le toca ahora a los noticieros de televisión: con Twitter, pocos esperan a las 11:00 pm para enterarse de lo que sucedió en el día.
En la semana del 22 al 26 de noviembre de 2010 monitoreé las secciones de espectáculos de los telediarios de los principales canales de cobertura nacional. Como sugerí antes, creo que los microprogramas como Estrenos y estrellas (Venevisión) y Lo actual (Televen) ya no pueden limitarse a dar noticias: el reto actual implica crear una agenda propia y proactiva de temas de farándula (no sentarse a esperar ruedas de prensa o visitas de artistas), iluminar acerca de opciones de entretenimiento que no sean tan conocidas y recurrir a especialistas que hagan de orientadores entre tanto maremagno de información.
Twitter añade otra función: crearle al televidente la ilusión de que él “participa” en el show.
Con sus defectos, la sección de farándula de El noticiero de Televen, Lo actual, es la más parecida a un posible modelo de televisión del siglo XXI, además de que cuenta con muchos más recursos (conductoras, espacio físico y tiempo) que el resto de los canales.
Según el día de la semana, Lo actual se centra en áreas como moda, música y cine. Incluye entrevistas con invitados en el estudio. Es cierto que en la sección musical llevaron esta semana como especialista a un ejecutivo de una disquera, es decir, alguien que no es imparcial, pero por allí es que van los tiros: buscar a los que saben más.
No tolero que en un noticiero de farándula se haga la reseña de un concierto y se digan fruslerías al estilo de “Alejandro Sanz desbordó un manantial de sentimientos y complació a sus fans”. Debe haber un experto que vaya al show y aporte una visión crítica, que diga lo trascendente o lo negativo de lo que observó.
De las conductoras de Lo actual, la que más me gustó fue Daniela Di Giacomo. Irradia naturalidad y un dejo de malicia, tiene una voz ronca y sexy.
Pamela Djalil debe grabarse y escucharse: el pasado martes repitió 5 veces la muletilla “¡así es!” como transición entre noticia y noticia en apenas un trío de minutos. Bárbara Sánchez se negó a pronunciar el apellido de la cantante estadounidense Nicole Scherzinger porque le parecía “demasiado difícil”, lo que revela dejadez y flojera mental. Menos mal que a Bárbara le tocó una época en la que Arnold Schwarzenegger es gobernador.
A Estrenos y estrellas, del Noticiero Venevisión, le urge una revisión en su agenda de temas, que mira demasiado hacia el extranjero. Tatiana Irízar, a pesar de su experiencia, por ratos me resulta tan acelerada como la cuña de telefonía móvil en la que Pedro Castillo recitaba nombres de ciudades. En lo personal me quedo con Gaby Patiño, quizás por lo exótica y selvática de su belleza.
La muy deficiente sección de espectáculos de Canal i, que conduce Marjorie Acosta, debería replantearse desde cero.
En Noticias Globovisión, Rocío Higuera hizo un esfuerzo por sacar las cámaras del estudio y transmitió su bloque desde espacios como el Celarg o el Trasnocho Cultural. Pero obviamente la farándula no es prioritaria en el canal de la Alta Florida, empezando por el horario: hay días en que la sección de espectáculos de Rocío arranca largamente pasadas las 10:00 de la noche (encaramado en la franja de Buenas noches) y los que dejamos el programa grabado no lo podemos ver.
hola, buenas noches me gustaría saber la fecha de publicación de este articulo para buscarlo en una hemeroteca
ResponderEliminarespero su respuesta
gracias
Maria Fernanda Escarrá