Un politólogo español afecto al gobierno que en 2009 criticó el
“hiperliderazgo” de Hugo Chávez, Juan Carlos Monedero, dijo en mayo que, como
efecto de la enfermedad presidencial, constataba mayor delegación del poder:
“Decenas de personas podrían continuar este proceso sin ningún problema”. No tengo razones para desmentir totalmente a Monedero: después de todo, la historia de la oposición
desde 1998 podría leerse como la de 14 años de subestimación del adversario. Quizás
es un nuevo mito reconfortador pensar que el chavismo se desvanecerá
mágicamente sin Chávez. Por otra parte, es indiscutible la gravitación solar de la individualidad presidencial. Quise hacer un experimento: ¿cómo se vive, un día cualquiera
en VTV, una ausencia que esta vez pareciera
un poco más “ausente”?
Me impresionó la disciplinada equidistancia de mensajes de recordación
del Presidente en un monitoreo a una muestra vespertina y nocturna de VTV del
pasado jueves 29 de noviembre. Llámelo cálculo o espontaneidad, se puede
pronosticar litúrgicamente una mención a Chávez al comienzo, más o menos a la
mitad y al final de cada programa.
De Contragolpe (9:00 pm) y de Vanessa
Davies se habla relativamente poco, o menos que de Mario Silva. Quizás se debe a que es más una entrevistadora
que una opinante, o a que seguimos siendo un país machista, o a que ella es como un
árbitro de fútbol: pasa inadvertida porque hace su trabajo un poco mejor que
otros conductores de VTV.
En el estudio al estilo Times Square de la esquina de Gradillas (lástima
el casco histórico fantasmal a las 9:00 pm), Davies dedicó una hora en
vivo al embajador de
Palestina en Venezuela. Pero abrió con la noticia del día: “El vicepresidente
Maduro sale al paso a especulaciones sobre salud del Presidente”. A las 9:27
pm, segundo recordatorio: “Presidente Chávez (¿vía Twitter desde La Habana? No se especifica)
ratifica total apoyo al reconocimiento del Estado palestino”. Justo antes de la
despedida (9:52 pm), tercer recordatorio con anuncio: Mahmud Abbas, cabeza de la Autoridad Palestina,
solo espera la recuperación de Chávez para visitar Venezuela.
Davies es la única que destaca la que yo pensaba que sería la noticia de la noche en VTV: los 138 votos en las Naciones Unidas a favor del reconocimiento de Palestina como Estado observador.
Transmisión en vivo desde Puerto La Cruz en La Hojilla
(de 11:00 pm a 12:30 am). Acto de campaña de Aristóbulo Istúriz. A
los 14 minutos (mucho tiempo), primera mención al “profundo amor que siente
este pueblo por el comandante Hugo Chávez”. Aristóbulo lo deja claro acerca de su vinculación con el estado Anzoátegui: "El requisito para ser gobernador es ser leal al proyecto del comandante". Da ejemplos de gestión gubernamental en Catia que dicen poco a la audiencia. A las 11:50 pm, Mario Silva aparta
los temas anzoatiguenses para inglesamente puntual digresión: “Por cierto, vamos a mandarle una
bulla bien grande al presidente Chávez”. Auditorio de pie y canto de letanías. Primero: Pa'lante, pa'lante, pa'lante, comandante. Luego: Qué tiene Fidel, que los imperialistas no pueden con él. “El
comandante se fue a renovar. Las cámaras hiperbáricas sanan las heridas de una
operación”, explica Silva, pedagógico y piadoso. Mención a Nelson Bocaranda: “Esos
zamuros de la información no pasarán, así sea lo último que yo haga en la Tierra. Tienen una
manguerita directa del proctodeo (sic) al cerebro. ¿Saben qué es el proctodeo?". Se oye la palabra mierda. Aristóbulo conserva algo de recato y llama a la calma. Pasa la medianoche. Jamming con Alí Primera. Una dama del pueblo mismo interviene: "De PDVSA depende toda la nación, porque de PDVSA se pagan todas las instituciones". Curiosamente, en su misma intervención relaciona eso con independencia.
Mario Silva, de mirada vidriosa, va a ritmo de partida de dominó. Miguel
Ángel Pérez Pirela, en Cayendo y
corriendo (6:30 pm), en patines. Es una voz mucho más representativa del
chavismo 2.0, de su evolución intelectual y actuales contradicciones, que el
conductor de La Hojilla.
Pérez
Pirela denuncia la “matriz necrofílica” de la oposición y los medios. Reconoce,
sin embargo, que hay “inestabilidad y tribulación” en el pueblo y manda un
regaño: “O le paramos a los que dice el videpresidente Maduro o le paramos a Bocaranda
y el doctor Marquina. Créanle entonces a los que dicen que Fidel va a morir
(sic)”. Un técnico invisible exclama: "¡Están locos, vale!". Arremete contra el analista Luis Vicente León por osar siquiera tratar el tema de una posible sucesión ("sueños necrofílicos", "líneas dictadas desde Miami"). Pega la cara al lente de la cámara, exige ser creído: “El Presidente
está acatando una orden popular: la que dice ‘Presidente, cuídese'. Hay Chávez pa' rato".
Tiene razón
Pérez Pirela cuando dice: “Nadie puede llegar al poder con el lema: que se
muera el adversario”. Se equivoca cuando se venda los ojos ante la
inevitabilidad de la biología: Chávez y Fidel Castro son seres finitos y, en el más optimista escenario, menos enérgicos hoy que lo que fueron en 1998 o 1959.
— o — o — o —
Cuña en VTV: en Vive TV estrenarán producción dramática sobre el paro petrolero de 2002. Se recuerda un discurso de Chávez donde dijo que "esa historia daba para una película". Ordene, comandante: allí la tenemos. Un hombre del pueblo ejecuta el rescate nocturno de una instalación gasolinera: "Señores, la bomba es nuestra".
También el pasado jueves. Transmisión televisiva desde Centro de Arte La Estancia. Presentación de propuestas en las áreas de Educación, Cultura y Comunicación. No hay dinamismo alguno en una transmisión soporífera. Habla el ministro Vladimir Villegas: "Enviémosle sus camaradas un saludo que traspase el mar Caribe. En cada Canaimita que se enciende en las mañanas, en cada bloque de la Misión Vivienda Venezuela, en cada espacio urbano recuperado, en cada uno de ustedes está Chávez". Se refiere a "voces histéricas y malignas". Asegura que se trata de "tratamiento complementario. Está en una terapia de fortalecimiento. Llegará superrepotenciado". El único que pone algo de dinamismo es un autocrítico Luis Britto García, que reconoce que los canales de TV del Estado tienen 5% de audiencia, lo que no es comprensible "porque tenemos los mejores intelectuales y los mejores humoristas en el bando bolivariano" (discutible). Propone ideas como un concurso de TV de "emulación socialista". Britto pide, dicho sea de paso, "meter la TV de suscripción dentro de las leyes venezolanas".
Programa deportivo Rompiendo la Liga (4:30 pm). De lo mejorcito que se ve en VTV. Una conductora de enorme ferscura y con una sonrisa radiante, Jhanaly Pérez, lástima que abusa de la casi siempre innecesaria partícula "lo que es": "Vimos parte de lo que fue el gol". "Un golazo más en lo que ha sido la carrera de Arango". "Queda un año y medio para lo que es la copa de fútbol". Entrevistan en la sala de maquillaje a Miguel Ángel Pérez Pirela, que desconoce el nombre del ganador de la Triple Corona en la Liga Americana. A Janica Merchant, que narra el noticiero, la someten a la misma trivia en los pasillos de VTV y contesta que el capitán de la Vinotinto es César Farías.
Programa Redvolución (5:30 pm). La atractiva chica que conduce lee en pantalla de Facebook las propuestas que van llegando sobre cultura, educación y comunicación (todos sabemos que las hipotéticas opiniones de 20 millones de personas no podrán ser escuchadas ni orquestadas, y que habrá un embudo centralizador de toma des decisiones: la participación siempre tiene un límite). Se ven palabras como "rebolución" y "fusionario". La chica lo lee como viene, pero no corrige. Y así.
Twitter: @alexiscorreia
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